Tiempo.

El tiempo es limitado. Tenemos el que hay y no más. Queremos más tiempo.

Hace dos años aprendí a valorar mi tiempo a través de una persona y no fue de la mejor forma.

Podemos hablar del tiempo en muchos aspectos pero quiero hablaros sobre el tiempo que damos a los demás.

Siempre he sido una persona a la que cuesta sacar tiempo para los demás. Depende de la relación que tenga con ellas. Pero nunca me falta tiempo para aquellas personas a las que me nace de corazón dedicarles horas y días.

Me cuesta cumplir un "tenemos que tomar algo para ponernos al día" (aunque sabemos por regla general que casi nunca se cumple esa mítica frase). Sin embargo, no estoy ocupada ni tengo tareas pendientes cuando siento que alguien necesita de mi tiempo. Es difícil describirlo pero es como un impulso o sentimiento interior de decir "esta persona me está necesitando" o "yo necesito tiempo con esta persona".

Como he dicho al principio, hace dos años daba todo mi tiempo por alguien que no me daba ninguno del suyo. Fue complicado pero simplemente me fui haciéndome saber y reconociendo que:

1. Mi tiempo debe ser valorado

2. No todo el mundo necesita mi tiempo

3. El tiempo es gratis

4. No hay límite de tiempo para otra persona si viene del corazón

Con esta última frase me gustaría decir que estamos muy llevados por los compromisos. Puede ser gracioso pero todos conocemos el llamado mes de Septiembre: volver del verano y "vuelta a la realidad". Septiembre = reencuentros.

Siempre hemos oído en nuestro entorno o incluso nosotros mismos hemos dicho el ver a otra persona porque en un cierto momento tuviste una relación de confianza con ella y cómo va a ser posible que no os sigáis llevándoos.

Pues puede ser que no te apetezca, que ya no sientas esa conexión o que simplemente esa persona tuvo un tiempo en tu vida pero como que nos da miedo o nos ponemos en un compromiso si somos sinceros.

siempre hablaré sobre ese miedo que tenemos de vivir y de hacer cosas por no quedar mal.

Para mí, es fundamental el ofrecer tiempo para los demás. Y como ya he dicho, me di cuenta cuando no me lo ofrecieron a mi, cuando no era mutuo.

Cada día, intento esforzarme más por mejorar pero nunca olvidándome de quién necesita verdaderamente mi tiempo y a quién estoy dispuesta a ofrecérselo.

¿Cuánto tiempo estás dispuesto a dar tú?

“La manera que pasamos nuestro tiempo define quienes somos.”

Jonathan Estrin

- meri gracia